domingo, 29 de julio de 2018

10 Falacias sobre el Libre Comercio (parte 2)

Por Ian Edgar (@ianedgar_)


Falacia Nº4: "La competencia es mala"

Solemos oír la frase "El proteccionismo es utilizado para evitar la competencia extranjera". No hay nada de falso en esa afirmación. El problema comienza cuando se cree que esta competencia es negativa para el país. Lo primero que debemos tener en cuenta al hablar sobre el Libre Comercio, es que la competencia es sana y genera muchos beneficios; sobre todo a los consumidores, ya que se les ofrecerá un mejor producto a un mejor precio. Además, y no es un dato menor; el hecho de que la libre competencia en el mercado, hace que no puedan lucrar de forma monopólica los "empresaurios". Estos "empresaurios" son los empresarios que, con la mano del gobierno; cierran las importaciones para favorecerse y poder vender su propio producto. De esa manera, el empresaurio no tendrá la necesidad de mejorar su calidad ni su precio; ya que no existe más competencia. Por lo tanto, el Libre Comercio es la solución a estos tipo de corrupción. En el caso de que se obstaculice el Libre Mercado, será el Estado quien determine "que productos si, y cuáles no" pueden comercializarse.


"Una fuente mayor de objeciones a la Economía Libre es precisamente que da a la gente lo que quiere, en vez de lo que un grupo particular piensa que debería querer."


-Milton Friedman
                                                                                     

Un factor destacado sobre la competencia, es que le otorga al consumidor la posibilidad de elegir entre más variedad de productos, teniendo la opción de elegir por precio, calidad, etc. Y es muy importante permanecer con la libertad de elegir, dado que de lo contrario, serian los políticos quienes te dicen que bienes o servicios se pueden consumir y cuáles no.  En definitiva, el hecho de aplicar Proteccionismo y/o aranceles, genera un costo en los consumidores, porque indirectamente; son quienes pagan las consecuencias ya que se les quita libertad.

La competitividad también tiene un premio, tanto moral como físico; dado que en un mercado competitivo, solo sobreviven los mejores, entonces quienes logren llegar al éxito (sin la ayuda del gobierno) tendrán una recompensa. Por lo tanto, el libre comercio es justo, más justo que cualquier otro sistema.



“El libre mercado penaliza la irresponsabilidad, el Estado la recompensa.” 

                                                                  -Harry Browne 

Falacia Nº5: "El Libre Comercio genera desempleo"

Sin duda alguna, la falacia por excelencia es la del desempleo. Se puede decir que hasta las personas tienen miedo de que se abran las importaciones y terminen desempleadas. Primero, es importante remarcar que si una empresa cerró porque no pudo hacerle frente a la competencia, las personas que trabajen en esa empresa sufrirán desempleo, pero en la otra cara de la moneda tenemos a los consumidores que ahora tienen la posibilidad y sobre todo la libertad de elegir lo que quieren consumir a la calidad que desean.

¿Qué culpa tienen los consumidores de que una empresa cierre? ¿Acaso son los consumidores los que obligaron a producir un producto de peor calidad a un peor precio?  Nadie los obligó a producir eso. Los consumidores tampoco quieren quebrar a las industrias nacionales, solamente quieren consumir lo que más les satisfaga. No son gente mala, simplemente es una cuestión de beneficios individuales: de gustos y preferencias.

Además de todo esto, los países más libres o la mayoría de estos; tienen un desempleo menor al promedio mundial (imagen 4). Por lo tanto, es una mentira que el Libre Comercio es una máquina de generar desempleo. por el contrario, son los países más cerrados quienes tienen un desempleo mucho mas grande.

F. Bastiat, un legislador francés del S. XIX, solía decir que en cada circunstancia, tenemos lo visible y lo no visible. En el caso del Libre Comercio, lo visible, son las personas que quedaron en desempleo. Pero lo no visible, es el derecho que obtuvieron los consumidores, el derecho de la libertad.


(Imagen 4). Fuente: Heritage y Banco Mundial.

Falacia Nº6: "Los consumidores son egoistas!"

Es increíble como mucha gente puede llegar a pensar que somos responsables de las acciones de otras personas. Si una empresa cerró porque no pudo sostener la competencia, la culpa no es mía, yo solo me voy a hacer cargo de mis propios actos. Jamás debemos responsabilizarnos por un hecho del que no participamos. En el caso de que la empresa haya cerrado, es culpa de los productores, que fueron quienes se arriesgaron a producir algo que la demanda no aprobó.

Si el gobierno me obliga a comprar un producto que no quiero, está violando dos derechos elementales: la libertad de elegir, y la propiedad privada. Dado que yo quiero utilizar mi dinero a mi manera, no como unos pocos quisieran.

Creer que un grupo está por encima de todos los consumidores del país es un acto totalmente egoísta, más egoísta que el mismo Individualismo. 
Para esta falacia tengo la siguiente frase:


“El individualismo es más colectivista que el mismo colectivismo, dado que es el que realmente consigue "el bien común" mediante  el verdadero en, el bien indivual.”


Los consumidores siempre elegirían a quienes les otorguen un beneficio mayor, ¿por qué vamos a obligarlos a consumir un producto qué no ofrece beneficio alguno?

Falacia Nº7: "El Libre Comercio atrasa: Solo se benefician los malditos imperialistas"

A mi parecer, la mejor ventaja que nos ofrece el Libre Mercado es la especialización. Si un país importa ciertos productos, tendrá la posibilidad de especializarse en otras áreas de producción. Si el Libre Comercio estuviera presente en todos los países del mundo, cada país se especializaría en algo específico.
¿Para qué Colombia se pondría a producir relojes, teniendo a Japón?, o ¿para qué Japón se pondría a producir café, teniendo a Colombia?
Del mismo modo, Argentina podría producir más cantidad de carne y exportarla a Alemania, mientras que de esta forma importaría autos alemanes. De esta manera, tendríamos un intercambio voluntario; el cual beneficiaría a ambos países.

Ese intercambio totalmente voluntario beneficiaría a ambas economías y de esa forma se encontrarían en una mejor situación de eficiencia.
Esa es la magia del Libre Mercado: los mercados solo se realizan si benefician a ambos, en el caso de que uno de los dos no se beneficie de dicho intercambio, no se realizará.
Por este motivo, se confirma que es falso el hecho de que con el libre mercado solo se benefician los “malditos imperialistas”.

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