martes, 20 de noviembre de 2018

Sustancias tóxicas, y prohibiciones venenosas


De @ianedgar_ y @nano_arrastía 


Antes que nada, cabe aclarar que este mismo artículo NO hace ningún tipo de promoción o proselitismo al consumo o venta de drogas. Solamente refuta la idea de que necesitamos prohibiciones o regulaciones a nuestra libertad de parte de la burocracia.


¿Para qué la prohibición?
Este es el primer punto y el más importante. ¿Para que esta regulación? ¿Con que motivo? ¿Qué objetivo cumple? Bueno, la idea es muy básica, es para "protegernos". ¿Protegernos? ¿De qué? De nuestra libertad. Si, esta ley, tiene como objetivo quitarnos nuestra libertad.
Los gobiernos nos tratan -a los ciudadanos- como unos niños, como personas irresponsables, como gente incapaz de cuidarse por sí misma. Y, por supuesto, son ellos mismos quienes deben "cuidarnos". Éste estado invasivo y  paternalista le dice a los ciudadanos lo que es mejor para ellos, imponiéndolo por la fuerza.
Nosotros nos podemos cuidar por nuestra propia cuenta, no necesitamos de leyes y regulaciones que solamente -como aclaré recién- atentan contra nuestra libertad. No obstante, las libertades que tomamos, son las responsabilidades que asumimos como ciudadanos.
Creer que necesitamos de un grupo de burocráticos, es una idea absurda, la cual nos inculcaron en forma de adoctrinamiento desde pequeños
Y lo más patético de todo, es que por más regulaciones que pongan, estas sustancias llegaran a las manos de quien lo desee, porque hasta en el lugar más regulado -como la cárcel- se sigue filtrando la droga.


¿Si se legaliza, el consumo aumentaría? 
Esta tal vez sea la pregunta más cuestionada por el lector. Y la respuesta no tiene mucha ciencia, el consumo no varía en gran medida, dado que, el que desea consumir, lo hará con o sin una ley que se lo prohíba, no necesita de alguien que se lo permita.
Hasta hay personas que argumentan, que, con la legalización, el consumo podría llegar a caer, sobre todo en los adolescentes. Esto se debe a que miles de jóvenes se incentivan a probar cosas ilegales, consecuentemente, la mejor solución a este tipo de problemas psicológicos es su legalización.
Otro factor a tener en cuenta, es que la cantidad de muertes por consumo de drogas, bajaría drásticamente, dado que la calidad sería mejor y más segura. Ya que no es lo mismo consumir sustancias producidas en un contexto marginal, a que en una empresa especializada en tal producción.  

¿Quienes salen ganando con esta ley?
Aunque parezca un poco contradictorio a primera vista, y hasta ilógico; los primeros en defender esto, son los grandes narcotraficantes.
¿Por qué ellos? ¿Dónde está el curro? En un principio, al estar prohibido su consumo, se deben manejar en el mercado negro, donde no se pagan impuestos, donde el precio de los productos es mayor, donde tienen una peor calidad, donde se pueden cometer crímenes con mayor facilidad -por eso tantos asesinatos- y donde se violan las leyes constantemente.
Por esto, y por muchas otras cuestiones, los traficantes de drogas siempre van a desear la prohibición de sus productos.
Pero, si los políticos saben que ellos ganan, ¿Por qué no lo legalizan? Y es aquí donde está el mayor engaño de todos, la gran trampa. Los políticos también tienen su ganancia. ¿Cómo? Son dos los motivos; El primero, la corrupción, son incontables la cantidad de políticos que se unen con los narcotraficantes más poderosos, para obtener un gran monto de dinero en negro. Y segundo, y la más paupérrima, por cuestiones populistas, hacerle creer a los ciudadanos que estarán "protegidos" y así, lógicamente, sumar más votos. Ergo; La legalización solo perjudicaría a los narcotraficantes y políticos.

¿Y la salud de los ciudadanos?
En realidad, la penalización de drogas parece ser el problema más que solucionarlo. Con respecto a los consumidores, la prohibición agrava el problema en, al menos, dos formas;
Primero, como bien se aclaró, la penalización aumenta el costo de las drogas porque genera escasez y crea costos asociados con traficar ilegalmente. Este aumento del costo, a su vez, produce la necesidad en los consumidores de obtener más ingresos cometiendo crímenes.
Segundo, la penalización incentiva la creación de drogas más dañinas. Como las drogas no pueden consumirse públicamente, el consumidor necesita una droga con la mayor potencia narcótica, para consumirla en una ocasión en vez de varias, y en el menor tamaño, para poder trasladarla sin ser detectado. Así, las drogas populares son las que -como la cocaína- concentran el mayor daño a la salud en el menor espacio posible.
Si de salud hablamos, es evidente que al penalizar las drogas, el adicto, o el consumidor casual se va a perjudicar. Esto se observa cuando uno compra legalmente un producto en una tienda y no es óptimo, puede ir a servicio al consumidor o bien, si le afecta dañinamente puede presentar una denuncia, lo cual en un mercado procedente y libre baja drásticamente el prestigio de dicha tienda o negocio. Por lo tanto; Perderían ingresos. En cambio, en el mercado negro, si alguien le reclama al dealer, que un familiar falleció por inyectarse la heroína que él le vendió, probablemente o no le interese o te meterá en problemas.

Error y conclusión final
El primer país en regularizar esto fue Estados Unidos, pero no solo Estados Unidos cayó en el error de la "guerra contra las drogas", en su caso, la destilación clandestina. Todo el mundo intentó aplicar estas medidas anti-libertad, las cuales fracasaron, fracasan y continuarán fracasando.
Legalizar, liberar la producción y el consumo de drogas, no va a acabar con los adictos. Con lo que si va a acabar es con la narcoviolencia y la narcopolítica. ¿Y cómo lo sabemos? Tomemos de nuevo el ejemplo de Estados Unidos, el pasado es el mejor precedente del futuro; Cuando en el pasado los estadounidenses decidieron prohibir el alcohol por trece años -la ley seca-, las mafias como la de "Al Capone", tomaron ese mercado ¿Y que hubo? Secuestros, violaciones sexuales, desaparecidos, extorsiones y un alcohol de baja calidad que dejaba a la gente ciega. Cosas que al volver a legalizar el alcohol terminaron desapareciendo. No permitamos que pase lo mismo con las demás sustancias.

"Toda persona tiene derecho a elegir. Hagan cuanta propaganda quieran en contra del cigarrillo, pero dejen que el individuo tenga libertad de elección para manejar su propia vida. De otro modo, bien se podría llegar a proscribir todos los tipos posibles de agentes cancerígenos, incluyendo los zapatos que aprietan, los dientes postizos mal ajustados, la exposición reiterada al sol y, para el caso, la ingestión excesiva de helados, huevos y manteca que podría provocar enfermedades cardíacas. Y, si se demuestra que esas prohibiciones son inaplicables, nuevamente la lógica indica que hay que encerrar a la gente en jaulas para que reciba la cantidad adecuada de sol, la dieta apropiada, los zapatos correctos, etcétera".
-Murray Rothbard