sábado, 18 de febrero de 2017

La adicción del subsidio.

Por Juan Doe, CABA, Argentina.
Escribo en El Argentino Liberal y opino en Twitter en @jdoedoe101101

Si hay algo que la totalidad de los políticos argentinos están de acuerdo es que el Estado debe repartir subsidios a empresas privada. Algunos más y otros menos, jamás se escuchará en el Congreso de Argentina una crítica a la política subsidiaria. Esta moda no es solamente otra costumbre socialista argentina; no, hasta en Estados Unidos desde la crisis del '30 que se acepta el hecho que el Estado reparte dinero a dedo.

El subsidio no es más que una transferencia de dinero (directa o indirecta) del Estado a una empresa privada para suplir una diferencia entre el precio real y el precio que se le cobra al consumidor. En su buena época esto sólo se utilizaba en momentos de gran colapso económico, y siempre en corto plazo y hasta a veces con contratos de devolución, con el único objetivo de evitar que se disparen los precios. Sin embargo, el keynesianismo y el New Deal le encontraron otro uso; estimular la economía. Esta nueva aplicación se basaba en la teoría falaz de la ventana rota: es bueno que a un restaurante se le rompa la ventana del local ya que así deberá contratar a una vidriería para que le cambie la ventana y así se estimula el comercio. Este argumento se olvida del famoso costo de oportunidad. Si, el dueño del restaurante le pagará al vidriero, pero esa plata que tenía para, por ejemplo, comprarse un nuevo horno, la pierde en reparar la ventana y se pierde comercio con el vendedor de electrodomésticos. Esta demostración de la falacia de la suma cero no convenció a los keynesianos y con el afán de llevarlo a lo macro-económico, le dieron al Estado el rol del restaurante con la ventana rota.

Estas políticas de Estado llevan a lo que hoy conocemos como corporativismo; "¿baja la producción de autos? subsidio a las fábricas de automotores, ¿sube el precio de los medicamentos? subsidio a las farmacias..." y así. Pero esto no se queda ahí, en EEUU empresas privadas enteras han sido fundadas con un previo acuerdo con el Estado de X años de subsidio estatal. Por ejemplo, el venerado Elon Musk en EEUU, después de vender Paypal a eBay, logró 4 contratos con el Estado por casi 5 Billones de dólares para fundar Tesla, SpaceX, etc. Así cualquiera...

Claramente, esto es una adicción. Ayuda al empresario que no tiene el capital para invertir, evitando el ahorro y fomentando el despilfarro. Encima de esto, le agregamos un político que saca rédito de gastar la plata del contribuyente y por último, y tal vez lo peor, se crea dependencia del sector privado al público. Este círculo vicioso es el responsable de que una  pequeña crisis típica de los ciclos económicos se convierta en un gigante como La Gran Depresión.

Como toda adicción, la mejor forma de terminar con esto es una rehabilitación, cortando con el suministro y siendo rigurosos. Si, me refiero a un shock. El gradualismo ha fallado en todo el mundo, mientras que países como Chile, Estonia, Singapur o Panamá han logrado salir éxitosamente de una economía intervencionista cortando los subsidios y bajando impuestos de la noche a la mañana.

Por último, para los que saben inglés, les recomendamos desde el Argentino Liberal este video de Stefan Molyneux, que explica perfectamente los males del corporativismo, o lo que él llama "Crony Capitalism"

https://www.youtube.com/watch?v=G45UboC2iVk

sábado, 11 de febrero de 2017

¿Por qué los argentinos le tenemos tanto miedo a la libertad?

Por Juan Doe (@jdoedoe101101)

Si hay una cosa que está claro luego de 70 años de gobiernos de izquierda es que a la gran mayoría de los argentinos no les gusta la libertad; ni la libertad económica, ni la individual. La pregunta es por qué sucede esto, dado que aquellos hombres que fundaron este país eran tan liberales y republicanos como los padres fundadores de EEUU.

Juan Bautista Alberdi
Autor Intelectual de la Constitución Nacional de 1853
José de San Martín, Manuel Belgrano, Martín Miguel de Guemes y demás fundadores tenían un mensaje claro cuando se independizaron de la corona española; "libertad, libertad, libertad". Sin embargo, esto duró tan sólo unos años, hasta la famosa Generación del '37, entre los que se destacaron Alberdi y la subsecuente Constitución del '53. Luego apareció una nueva corriente de pensamiento; el caudillismo. Juan Manuel de Rosas, uno de los primeros caudillos, se opuso a los ideales libertarios que fundaron el país y estableció un proto-fascismo en Argentina, exilió a la oposición y fundó La Mazorca (lo más parecido a la Gestapo de Hitler). Así comenzó la debacle argentina.

Casi 100 años después apareció Yrigoyen, que si bien fue un populista personalista, no creía en el caudillismo, y su movimiento le abrió las puertas a Alvear, quien revitalizó (al menos por unos años) al movimiento liberal alberdista. Este aparente renacimiento de la democracia liberal tan sólo duró unos años, el Golpe del '30 le abrió el camino al fascismo del GOU quien le abrió el camino al Peronismo.

El Peronismo merece un párrafo aparte, empezó como una corriente anticomunista dentro de las Fuerzas Armadas pero se desarrolló como una filosofía fascista y anti-libertad. Al fin y al cabo sólo luchó al comunismo para no perder el control de los sindicatos que él empoderó. El Peronismo luego fue abatido por los militares, que en el fondo sólo no eran peronistas porque les caía mal Perón, ya que sus ideales eran los mismos. El Peronismo, por lo tanto tuvo que mutar, y gracias a Cámpora, se alió con el marxismo latinoamericano para crear a lo que hoy conocemos en Argentina como kirchnerismo, ex montoneros. Esta puja de poder destruyó al liberalismo en Argentina y éste desapareció totalmente del plano político.

Peronistas, Militares y Radicales, tres corrientes de izquierda; dos fascistas y una socialista. Esa es la triste historia Argentina después de 1930.

Todo esto no es sólo Historia, si no que explica por qué en Argentina la gente te insulta cuando le hablas de libertad, por más que vengan cantándolo desde chicos en la escuela. El caudillismo hace 150 años que es la corriente de pensamiento dominante en Argentina, y ésta a sido la única capaz de identificarse con el "gen argento"; nacionalista, prepotente y cómodo. En este país, y en muchos otros de América Latina, no existe la cultura del trabajo, la idea de ahorro/inversión ni el respeto por la Constitución. Diariamente el Congreso (que representa a la sociedad) modifica las leyes, la Justicia no aplica las normas jurídicas y el Ejecutivo sólo se dedica a regular.

Este artículo no pretende ser una queja ni un llamado de atención; todos los países tienen el gobierno que se merecen. Lo que es increíble es que después de más de 200 años no nos merezcamos ni siquiera a nuestros padres fundadores porque, por más que nos cueste admitir, en este país se odia a la libertad.

viernes, 10 de febrero de 2017

¿La educación está mejor en manos del estado, o privados?


Por Iván M. Garay Pagliai
Director Ejecutivo de Cheque Escolar

A fin de poder dilucidar este dilema comencemos con una suposición:

¿Cómo intuyen que marcharían los supermercados si ellos se rigiesen por cuerpos legales similares a los que rigen a los colegios estatales?

Lo primero que ocurriría es que todas las personas tendrían que desembolsar de sus propios recursos, los necesarios para financiar a los supermercados, tal como nuestros impuestos financian a las escuelas públicas. Luego, considerando la realidad de los diversos países, en el peor de los casos, las personas serian derivadas a determinados supermercados en atención a la zona geográfica donde viven. Aquello es lo que ocurre con los distritos escolares y es lo que está comenzando a suceder, por ejemplo, en Chile con la implementación de las reformas escolares impulsadas por el Gobierno de Michelle Bachelet. Una vez las personas dentro del supermercado, recibirían, si es que hay dinero suficiente, un carro, pero lo más probable es que sea una bolsa, con una serie de productos, los cuales les dirán que son gratis, que se los entregan para su bien y que además, es obligación que los consuman.

¿Cuál sería el contenido de aquella bolsa?

Aquello dependerá del burócrata de turno, quien desde las lejanas, oscuras y frías oficinas de algún ministerio determinará qué es lo mejor que cada persona deba comer o cual es el mejor jabón con el cual lave su ropa.

Las personas no tendrán la libertad de escoger los alimentos a consumir, las conservas con las cuales llenar sus despensas, los líquidos a ingerir o los artículos de aseo a utilizar, entre otros, y tampoco el lugar donde adquirirlos. Se deberán conformar con la opción que les entrega el estado.

¿Cómo sería la calidad del servicio?

Sin la existencia de la competencia, los administradores de los supermercados, jefes de sala, cajeros, reponedores y todos sus dependientes, no tendrían los incentivos necesarios para satisfacer a sus clientes, es decir, para entregar un servicio de calidad. Lo anterior incentivado además por la legislación laboral que lo rige, una particular, distinta a la que se aplica al resto de los trabajadores. Esta legislación laboral especial, hecha a la medida, anotaría que los sueldos de los trabajadores de los supermercados se establecerían en negociaciones dadas por su gremio y el gobierno de turno, donde el monto no tendría relación con el trabajo realizado, sino que con la capacidad de presión que tenga el gremio, donde además la paga se incrementaría no por aumentos en la productividad, sino que simplemente por el paso de los años. Esto conllevaría a hacer cada vez más paupérrima la calidad del servicio entregado y más caro. Habría malos tratos a los clientes, góndolas semi vacías, productos mermados en las bodegas, desperfectos en todos lados, etcétera.

¿Quiénes trabajarían en los supermercados?

Sus trabajadores claramente serían las personas adeptas al gobierno de turno, elegidos por un riguroso cuoteo político. Dada esa condición, resultaría muy complejo que fuesen despedidos de su puesto de trabajo, por muy malo que sea su desempeño. Al estar, como indicamos, su sueldo establecido por ley, y al ser su contratación un acto político, estarían preocupados más de satisfacer a quien lo nombró en ese cargo que a sus clientes. Nos dirían que hay que aumentar el presupuesto público para el supermercado para así obtener mejor calidad, pero en verdad, aquel aumento sería para aumentar los sueldos.

No es necesario haber pasado por una universidad para comprender que un supermercado en manos del Estado funcionaría de una manera atroz, donde lo que menos se verificaría, sería la satisfacción a sus clientes.

Es por lo anterior que los supermercados han fructificado en manos de los privados. Ellos compiten libremente a fin de satisfacer a sus clientes y con ello aumentar sus ingresos. Se esfuerzan para que la experiencia de compra sea cada vez más amena, con precios asequibles y gran cantidad de productos a disposición de las personas. ¿Ocurre lo mismo con la educación administrada por los Estados?

La gestión estatal tiene una serie de características técnicas que la hacen ineficientes como son las restricciones presupuestarias blandas, la intromisión de objetivos políticos, la ausencia de competencia, restricciones en la administración de personal y los incentivos a aumentar la burocracia, entre otros. La educación, al ser un bien de consumo como cualquier otro, ante la administración del Estado ha sucumbido a los mismos males que el ejemplo del supermercado. Ocurre que estamos tan acostumbrados a que el Estado administre la educación, que son muy pocos lo que se dan cuenta de tan nefasta realidad.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Tetas por todos lados



Por Maximiliano Spaccesi

Es sabido que el feminismo no busca la igualdad. O al menos ya no lo hace, y a eso va este artículo, enfocándose principalmente en un hecho reciente: El #Tetazo.
Para los que no estén al tanto, relato brevemente los hechos ocurridos:
Un par de exhibicionistas haciendo topless en una playa llena de familias que denunciaron esto, posteriormente la lógica y necesaria intervención policial, y por último (y motivo principal de la existencia de esta nota) se armó un enorme revuelo, al punto de organizar marchas de mujeres enseñando los senos en distintos puntos del país.
Cabe destacar que se aprovechó para dar mensajes pro aborto, anti “tarifazo”, o en reclamo por la delincuente Milagro Sala como siempre que alguna excusa tienen las feministas para “manifestarse”.
Obviamente todo esto vino acompañado de actos vandálicos, los cuales suelen verse, por ejemplo, en cada entrega de la “marcha de mujeres”.
Aquí está el debate. ¿Es realmente necesario pintar y destrozar la propiedad pública para hacerse escuchar (más allá de que tengan o no razón –que no la tienen-)? No. Y menos en un país donde 3 personas pueden cortar una calle y salir en todos los noticieros, o cientos de personas se reúnen para reclamar justicia por la muerte de un perro.
También agregaría lo errada que está esta gente con sus pensamientos desde un inicio, ya que buscan cualquier motivo para escrachar a la policía, cuando ellos (más allá de que les cause o no placer hacerlo) simplemente están haciendo su trabajo, un policía no elije las leyes, sólo las aplica.
Si los policías de esa playa donde aquellas mujeres se exhibieron se hubieran percatado de ello y no hubieran hecho nada al respecto los hubieran echado, por no cumplir con su deber obviamente. ¿Y cómo hubiera terminado esto? Exactamente igual.
Miles de mujeres harían el #Tetazo para reclamar que se les devuelva el trabajo a estos policías que promovieron la “libertad de la mujer”.
Quisiera además citar a una manifestante entrevistada en la televisión que dijo “El peligro no está en un pezón, está en el arma de un policía” y señalarle lo equivocada que está. Los policías están para garantizarle seguridad al ciudadano obediente. Si vos creés que el arma de un policía es peligro, entonces significa que sos un delincuente.
Para cerrar quiero decir que los senos de la mujer no son anatómicamente equivalentes al tórax del hombre, ya que además de poseer una función reproductiva (la de amamantar), son partes del cuerpo naturalmente sexualizadas.
No podemos esperar una sociedad con menos violaciones si las minas andan en tetas por la calle y mirarlas se considera violación.

martes, 7 de febrero de 2017

¿Qué significa ser Liberal y Republicano?

Por Juan Doe (@jdoedoe101101)

Ya es cuestión de todos los días que discuto con gente que en Twitter me pregunta ¿cómo podés ser liberal y republicano? Argumentan que el liberalismo es tanto una filosofía social como económica y política, entonces esto entra en conflicto con otra filosofía socio-política, que es el republicanismo.

Esto es cierto, pero no del todo. El liberalismo tiene bastantes interpretaciones. En EEUU los liberales son aquellos que en lo social quieren total libertad, pero en lo político-económico están a la izquierda de Stalin. En Europa los liberales son aquellos que siguen la escuela político-económica de Smith, pero en lo social suelen ser bastante conservador. Entonces ¿cómo se llama el liberalismo que abarca la libertad total en todos los aspectos humanos? Eso es conocido como libertarianismo, y si bien es una de las corrientes que más respeto, no es a lo que me refiero cuando digo que soy liberal.

El uso de la palabra liberal que yo, y ojalá todos usaramos, es el de origen europeo. Mínima intervención estatal en lo económico y republicanismo en lo político-social. Acá surge otro dilema, ¿qué significa ser republicano en lo político-social?

Ser republicano no necesariamente significa ser conservador. Yo, por ejemplo, soy republicano y ateo. El conservadurismo es solamente una rama del republicanismo. El republicanismo es esa idea de que si bien el Estado debe ser laico y no debe intervenir directamente en la sociedad, se asegure que se respete la cultura y la Historia del país; que se reconozcan a los próceres (founding fathers) del país en cuestión; y que ante todo, no se dañen las instituciones republicanas de un país.

Esto marca una gran diferencia con los demócratas, quienes creen que si uno no está de acuerdo con el sistema republicano de turno, puede salir a la calle, romper todo y cortar el libre tránsito en forma de protesta. Esto es inadmisible en una República donde se respetan las instituciones y los derechos políticos de los individuos.

Calvin Coolidge
El liberalismo republicano es también llamado “minarquismo” por algunos autores, pero esto lleva a confusión y es preferible el doble término “liberal y republicano”. Un claro ejemplo de liberalismo republicano fue Calvin Coolidge, el 30vo Presidente de los Estados Unidos, que era protestante (por lo tanto no era conservador) pero si era republicano y luchó incansablemente para que el Estado jamás se sobreponga al individuo.

Habiendo aclarado esto, quiero aclarar que especialmente en Argentina hay muchos “liberales” que nada tienen de liberales republicanos. Son los famosos 'liberals’ de EEUU o son aquellos que si bien son liberales en lo económico, no entienden (o no están de acuerdo) con la importancia de preservar la República.

lunes, 6 de febrero de 2017

Esto hacen los diarios zurdos para conseguir militantes

Por Juan Doe y Maxi Spaccesi


Es sabido que los diarios de izquierda son especialmente amarillistas, comparados con los ya sensacionalistas de por sí medios tradicionales de prensa (si es que desde un inicio los podemos comparar con el resto de la prensa).

Hace unas horas estabamos revisando, entre otras cosas las visitas de este mismo blog, cuando nos llega un mail con una publicidad bastante trabajada de un supuesto diario, “La Izquierda Diario”. Se notaba mucho que era un mail mandado por un bot.

No nos llamó mucho la atención, todos los días a uno le mandan mails con publicidades.
Lo que sí me impactó fue al abrirlo. Se notaba que era más que un diario; era una página de propaganda política del FIT, periodismo militante del más intenso que uno puede encontrar en Internet.

Decenas de titulares exagerados que te llevaban a artículos que apenas pasaban un párrafo de duración.
Destacamos uno, que intenta difamar a Mirtha Legrand por una frase que dijo en su propio programa, la cual leía: "Yo estaba feliz cuando subieron los militares, el daño que había hecho Isabelita no se ha escrito todavía".

La nota son literalmente cinco renglones y un tuit insertado en la página, y afirman que “la conductora volvió a justificar el genocidio”.
Aprovechamos en El Argentino Liberal para hacer hincapié en que los hechos de los 70 pueden ser llamados de muchas maneras, pero no “genocidio”, ya que viene de la palabra “gen”, y este no es el caso, ya que no se persiguió a ningún grupo racial, étnico, o religioso. Fue un choque militarista de ideas, entre 2 grupos armados, uno desde el Estado y otro desde la clandestinidad.

Este mismo “diario” tiene una pestaña entera dedicada a la sexualidad, en la cual hacen propaganda feminista y –por ende- política. La misma gente que constituye la izquierda debería darse cuenta de la falta de ética de sus estrategias de marketing, que irónicamente tienen éxito gracias a la libertad de prensa y de mercado que proporciona el capitalismo. Cada día se nota más que la Izquierda despotrica contra los "males" del capitalismo pero bien que los usan para difundir su mensaje.

Podríamos escribir páginas describiendo las atrocidades que se pueden encontrar en ese diario (probablemente pronto lo hagamos de vuelta), pero es mejor que lo comprueben ustedes mismos. Si hay algo que aprendimos de la campaña de Trump es que no existe la mala prensa, pero acá les dejamos el link a su página para que quede claro que no queremos censurar sus ideas, más bien queremos ganarles en un libre mercado de difusión de ideas.

http://www.laizquierdadiario.com/

El último punto que queremos destacar es que cada vez es más claro que el comunismo no gana tracción por sus ideas o su poder de debate, si no por la eficiencia de sus tácticas publicitarias, ya que no se defienden o debaten ideas o noticias, simplemente se agarra el pensamiento común y se lo distorsiona lo más posible para que se adapte a su discurso, y así poder proliferarse en la gente que no se gasta más de unos minutos en buscar evidencia para las notas que leen en estos pseudo-diarios. Es el más claro ejemplo de lo que en EEUU se conoce como "Confirmation Bias", o sesgo de confirmación; https://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_de_confirmaci%C3%B3n