Juan José Aranguren fue el ministro designado por Cambiemos para que maneje las políticas energéticas del país. Sin embargo, en Argentina, las provisión de energía (luz, gas, etc) está manejada por el Estado. Esto convierte al Ministro de Energía en una especie de CEO del Estado en materia energética, y quién mejor para ser CEO que quién fue CEO de Shell Argentina por 12 años (la Izquierda dice que el Estado no es una empresa, tienen razón, no DEBERÍA ser una empresa, pero ellos le dan tanto poder que prácticamente lo es).
Aranguren fue ingeniero químico, inversionista y ejecutivo de una multinacional, pero lo que más gravitas político le dio fue el hecho que tuvo que lidiar durante toda su carrera en Shell con los ministros de Energía del kirchnerismo. Recordemos cuando en el 2005, ignorando el pedido de Néstor Kirchner, aumentó los precios de la nafta en un 2%. Esto causó que por primera vez en muchos años de historia argentina un presidente constitucional llame a boicotear a una empresa privada. En 2006, 2007, 2009 y 2012 tuvo encontronazos con los Kirchner, de los cuales salió victorioso si comparamos con otras empresas que fueron o estatizadas, vendidas o quebraron tras enfrentarse con el matrimonio siniestro.Sin embargo, todo esto era solamente experiencia para el futuro. Macri, en su medida más trumpista (o la única), lo designó para que participe en su gabinete y le encargó la ardua tarea de evitar que por 4to año consecutivo haya cortes de luz en Argentina. En su primeros 20 días como Ministro logró bajar considerablemente los cortes de luz para navidad/año nuevo del 2015, trabajo difícil teniendo en cuenta que el valijero de De Vido le dejaba un sistema energético desfinanciado, deficitario y con un exceso de empleados publicos. Este fenomenal trabajo lo repitió, aún mejor, para esta navidad/año nuevo de 2016, donde casi no hubo cortes de luz y no hubo ni un sólo corte masivo en todo el país.
Según un informe oficial del gobierno, este fue el estado del gobierno que recibió Aranguren el 10 de Diciembre del 2015:
(...) Entre 2001 y 2012 las tarifas residenciales de electricidad cayeron un 80% en términos reales. Estos precios artificialmente bajos llevaron a un aumento del consumo y una caída de la producción de energía. Entre 2003 y 2015 el consumo de gas natural creció 41%, el de energía eléctrica creció 58% y el de naftas, 153%. Sin precios razonables, la oferta no acompañó. Entre 2003 y 2014 se perdió un stock de reservas equivalente a casi dos años de producción de petróleo y a más de nueve años de producción de gas. Esto produjo un deterioro del servicio: los cortes en la provisión de gas, sobre todo a la industria, pasaron de 3% en julio de 2003 a 17% en julio de 2015; y los cortes de electricidad en la región metropolitana de Buenos Aires pasaron de 8,3 horas por hogar en 2003 a 32,5 horas por hogar promedio en 2015. Esta situación perjudicó a los usuarios domiciliarios, al comercio y a la industria. ENARSA gastaba más de 19 millones de dólares por mes en generadores de emergencia en barrios como Recoleta o Barrio Norte.
Nucleoeléctrica Argentina SA es la empresa estatal que opera las tres centrales nucleares del país: Juan Domingo Perón (conocida hasta 2014 como Atucha I), Néstor Kirchner (conocida hasta 2014 como Atucha II) y Embalse. El 75% de sus empleados no tenía tareas específicas. La empresa compró los primeros 10.000 ejemplares del libro de Julio De Vido, sobre Néstor y Cristina Kirchner. La Comisión Nacional de Energía Atómica debía 2.200 millones de pesos. El Yacimiento Carbonífero Río Turbio pasó de 1200 empleados en 2005 a casi 3000 en el 2015. La mina debió estar lista en 2010 para producir dos millones de toneladas de carbón por año. En 2015, sin embargo, sólo produjo 48.000 toneladas. (...)
Pero la pregunta fundamental es ¿cómo lo hizo? Simple, con experiencia en el tema. Acá un breve resumen de los famosos "6 mandamientos de Aranguren" para que no se desperdicie ni un Watt de potencia energética durante su administración http://www.clarin.com/ieco/mandamientos-juan-jose-aranguren-gobierno-ahorre-energia-edificios_0_SyvsvgJSg.html
Comparando a Aranguren con el resto de los ministros de Macri, entre los cuales está Lombardi que todavía no se animó a sacarle el nefasto nombre al CCK; Avelluto, quien más aumento la cantidad de empleados en todo el gabinete; o Bergman, que de Medio Ambiente sabe menos que un mormón del norte de EEUU, gana por afano. Es como jugar con Messi en la 4ta de Chacarita. Aranguren en tan solo 12 meses bajó el gasto, echó cientos de ñoquis y reactivo la inversión en energía.
Todo esto está muy bien, y el país necesitaba un ministro así hace décadas, pero no es suficiente. En Argentina los precios están tergiversados. Años y años de gobiernos que subsidian empresas a dedo, que por decreto impiden que los precios fluyan, etc, dejaron tarifas energéticas totalmente inciertas. Un ajuste era necesario, por eso celebré mucho cuando Macri y Aranguren presentaron su proyecto de "sinceramiento tarifario", porque eso era, una nueva administración siendo sinceros con los precios de la electricidad, gas. La primer derrota de Cambiemos del 2016 vino cuando el kirchnerismo le operó este proyecto y Macri le bajó el pulgar al tarifazo que había planeado Aranguren. Se mantuvieron las tarifas subsidiadas, cobrando precios insignificantes por energía que traemos de Chile, Bolivia, porque acá no teníamos ni la inversión para extraer nuestra energía después de la década ganada...
Una vez más Macri eligió seguir financiando los servicios con emisión y con deuda en vez de con precios. Ojo, no hay nadie que quiera impuestos más bajos que yo, y si fuera por Aranguren se privatizaría todo, pero dada la situación económica del país, si no se reduce el gasto público y no se ajustan las tarifas, no hay Aranguren que nos salve.

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